Desarrollo personal.

Hace unos días escuche en una conferencia, predicación, enseñanza, no sé… la reflexión sobre lo importante que estar en el lugar que nos corresponde, en el que, por competencias profesionales, por dones innatos, uno se sienta como pez en el agua, en el que florezcas sin que sea primavera. Como el desarrollo personal va unido a esto a encontrar tu lugar, tu quehacer en este mundo el como crecer, florecer, dar fruto se da de manera natural. Este es el paso para convertir tu trabajo en pasión y hobbie. El quiz de la cuestión de la profesionalidad convertida en juego. 

Lo que pretendo transmitir.

Descubrir el plan de Dios, para lo que el universo te trajo a este mundo estar plenamente convencido de que lo que haces sale de ti sin ningún esfuerzo. O que puedes dedicarle todo tu tiempo, ganas, inversión porque estas gozando con ello. Después están las frustraciones de no poder dedicarte profesionalmente a esas cuestiones y que tu sector de trabajo sea otro. Pero también os digo que todo esta en el AMOR en mayúsculas y negrita, en la pasión y las ganas que le pongas a las cosas y estar en el lugar adecuado y en el momento adecuado para que terminar agradeciendo cada día, por lo lugares que has conquistado. Los espacios que hemos tenido privilegio de estar, conocer y trabajar por supuesto.

No sería pretencioso decir que lo que llevo dentro de mi es arte. Que esto profesional que me reclama ser expresado es una artista que llevo dentro. Porque me encanta cantar, bailar. No puedo vivir sin la música. Y en parte es condicionamiento de mi educación porque vengo de una familia de artistas, músicos, compositores. Mi padre de mi vida siempre con su guitarra.  Y recuerdo mi infancia escuchando a mi hermano Jose tocar el piano, todos los días, seis… ocho horas diarias, ejercicios de clásico y a su vez mi tío José nos instruía en música clásica, en Funky, en el más puro flamenco, en el Pop de los 70 de los 80. Eso y los libros de poesía que mis padres me compraban “Los 2500 mejores versos de la lengua castellana”; “León Felipe EL VIENTO, antología poética”; porque desde muy pequeña me las aprendía de memoria y las recitaba.

Mi padre no quiso que yo fuera bailarina, porque decía que la profesión de artista, de la noche, los viajes a todas partes, no serían bueno para mí. Pero ha estado siempre en mi interior queriendo salir y me encanta expresarme bailando y cantando y lo hago siempre en mi privacidad, me siento libre, feliz.

Me convencí a mí misma que soy escritora desde muy niña y lo soy porque escribo desde que tengo uso de razón. Y seguro que no lo hago tan bien como para ganarme la vida con ello. Esto y que la practicidad del trabajo que pague las facturas ha sido necesario en mi vida, como en la de todos.

Aunque es verdad que hay que cultivar nuestros dones, los que también nos da Dios para lo que somos buenos. Y yo sé, que como digo esto que tengo dentro que me reclama ser expresado y que yo elijo escribir para sacarlo es fuerte, solido, importante y grande para mí.

Me encanta la moda la ropa, la combinación de las prendas los colores, los tejidos, el complementarlo con zapatos, bolsos, joyas. Un mundo apasionante por el que he pasado y con el que también me gusta expresarme. Amo los zapatos, he llagado a tener cinco armarios de ropa, los abrigos son mi perdición. Y no es cuestión de acumulación, ni de desorden compulsivo comprando cosas. Yo lo he visto siempre como inversión y lo he acompañado de la frase “Yo el dinero lo tengo colgado en perchas, en vez de en el banco como todos los demás”. Ha habido etapas de mi vida en las que casi me arruino económicamente por la inversión de ropa. Yo veo las prendas como algo especial primero por la cual te expresas y proyectas tu imagen, tu estilo, tu forma de ver la vida. Pero después la ropa en sí son diseños únicos, inigualables.