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Mujeres emprendedoras

Empuje, ganas e ilusión no le faltan. Susana Jiménez es una emprendedora con todas las letras.

Con mucho trabajo y constancia ha sacado adelante “Dalearte”. Un proyecto por el que ha luchado mucho y que ha puesto en marcha tras pasar un tiempo estudiando sus posibilidades. Esta joven luchadora de veintinueve años inicia su carrera como empresaria con fuerza y entusiasmo. Una fuerza y un entusiasmo que no pueden sino augurar un éxito inminente.

Haznos una descripción de tu empresa y de los servicios que presta.

“Dalearte” es una empresa que ofrece un servicio integral de organización de eventos y actos corporativos o públicos. Congresos, ferias, exposiciones, presentaciones de discos, de libros, de películas… Intermediamos entre el cliente y las empresas que ofrecen recursos. Desde el alquiler de salas a azafatas, servicio de catering, traducción simultánea, reservas de hotel, visitas guiadas… Un poco de todo. Además, también organizamos espectáculos. Dentro de mis colaboradores hay gente del mundo de la música. Tenemos muchos contactos con productores y con los propios músicos. De hecho, mi familia es una familia de músicos y he crecido en ese ambiente. Somos una familia de gitanos que se dedica a la música desde hace cinco o seis generaciones.

Después de diez años trabajando para los demás montas algo por tu cuenta. ¿Qué te decide a dar el paso de convertirte en empresaria?

Por mi inquietud de tener un negocio propio. Llevo trabajando desde los dieciocho años. Mi trayectoria ha estado muy ligada a
las asociaciones gitanas y he trabajado en varias de ellas. “Romí” -que es una de las primeras asociaciones de mujeres gitanas que se han puesto en marcha en Madrid-, también en “Comunidad Gitana” y, finalmente, en la “Fundación del Secretariado General Gitano” donde he estado coordinando el servicio de azafatas.

¿Cuándo te lanzas?

Llevaba años madurando la posibilidad de montar algo. He participado en foros y formación sobre creación de empresas que han hecho que me animara más a ello al ver que, realmente, podía hacerlo, que no era sólo un pensamiento ni un sueño. Reuní lo que necesitaba… todos los recursos, para empezar, los económicos y… me lancé. Ahorré durante mucho tiempo, pedí un crédito, hice un plan de viabilidad…

Se puede decir que eres una auténtica emprendedora. Te has convertido en empresaria. ¿Cómo van las cosas hasta el momento?

Ahora, el trabajo consiste en la difusión y captación de clientes. Me estoy ocupando de hacer entre tres y cuatro visitas diarias a diferentes clientes. Hago una presentación comercial y les ofrezco los servicios de “Dalearte”. Después hago fichas de cada empresa y evalúo cada entrevista. Se van haciendo algunas cositas que espero sean muchas más dentro de nada. Además cuento con el apoyo y la ayuda voluntaria de Sofía —que está encargándose de poner en marcha el área de formación-—, y tengo un equipo de colaboradores que son amigos y compañeros a los que también les distribuyo funciones.

Teniendo en cuenta la cultura gitana, ¿te has encontrado con dificultades a la hora de trabajar por el hecho de ser mujer en una comunidad tan tradicional?

En mi caso particular mi familia y yo somos de lo más tradicional. Aunque resulte chocante, soy una típica mujer gitana con todas las costumbres de una mujer gitana, sólo que mi trabajo es diferente. En cuanto a mis padres, me han apoyado siempre y lo han visto bien. Somos cinco hermanos y cada uno trabajamos en una cosa. Yo siempre digo que entre mi abuela y yo no hay ninguna diferencia. La única diferencia es el trabajo, por lo demás… De costumbres somos muy tradicionales.

En cuanto a tu vida personal estás en un periodo de intenso trabajo que te deja poco tiempo para la familia. ¿Cómo te organizas para conciliar tu vida familiar y profesional?

Yo sigo viviendo con mis padres. No estoy casada ni con hijos pero tengo un compromiso familiar. Pertenezco a una familia gitana tradicional y eso, sin estar casada, te llena de compromisos. Tengo que cumplir con mis responsabilidades en mi casa, frente a mis padres, mis abuelos, mis tíos, mis hermanos. Tengo tres hermanos que son hombres que para nosotros es muy representativo. ¡O sea que sí que tengo que conciliar la vida social, familiar y laboral, pero me organizo bien!

Te queda mucho camino por recorrer y a buen seguro, a juzgar por tu trabajo y tu entusiasmo, será un camino que te llevará muy lejos. ¿Cómo te planteas tu futuro inmediato?

Me veo cumpliendo mi planificación para los tres próximos años. Queremos poner en marcha un área de formación para gente que esté interesada en el baile, el solfeo, la guitarra… E incluso me planteo incorporar un servicio de “coaching”. Yo llevo haciendo “coaching” desde hace seis meses y me parece muy interesante. Tengo un entrenador que me asesora en mi vida profesional —en eso consiste el coaching— y saca el mejor partido posible de mí según mis deseos, metas y aspiraciones profesionales. También, si la persona lo quiere, el entrenador de “coaching” asesora en la vida personal. Como se ve tengo más proyectos y lo que espero es no tener tiempo para nada lo que querrá decir que “Dalearte” sale adelante.

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