¿Necesita organizar una presentación, una fiesta o una visita turística, pero no tiene tiempo? Alquiler de un salón de actos, reserva del servicio de catering o de equipos de traducción simultánea… Son demasiadas cosas a tener en cuenta. No se agobie, en Dale Arte harán que todo esté a punto antes, durante y después de dicho acto.
Se llama Susana Jiménez e ilustra el eslogan que años atrás popularizó el anuncio de una marca de coches: es joven aunque sobradamente preparada. ¿Se acuerdan de aquello de la generación JASP”? A sus 29 años ha acumulado la experiencia necesaria para coordinar todos los recursos que garantizan el éxito de un acto, público o privado. Se atreve con la organización de cualquier evento por difícil que parezca. Desde espectáculos flamencos en Japón hasta presentaciones de documentales en Madrid: Ella se ocupa de que nada quede en el aire: desde la reserva de vuelos, hoteles, músicos y bailaores hasta el alquiler de una sala de proyecciones, el diseño del material gráfico y la fiesta posterior. Tan sólo por citar algunas tareas. A partir de ahí, imagínense cuántas cosas deben prepararse.
Este es en resumidas cuentas el trabajo de Dale Arte, una sociedad cooperativa establecida en Madrid, para más señas en el barrio de Carabanchel, que en el mes de agosto ponía en marcha esta joven emprendedora. Ella está al frente de la idea pero, como puntualiza, recibe el apoyo de muchas personas que colaboran de manera desinteresada. ¿Quién dijo que los comienzos fueran fáciles? Nadie. Consciente de ello, Susana sabe que, de momento, los recursos son limitados pero a medida que se conozca el proyecto y, sobre todo crezca el número de clientes, será posible ampliar la plantilla.
Cómo ser empresario
La creación de esta empresa no ha sido cuestión de unos días. Su promotora tenía muy claro qué buscaba, cuál era su empresa ideal y a qué cliente se dirigía. Pero después llegó todo el peregrinaje para informarse de la modos de constitución, ayudas, cursos para emprendedores, etc. Ya saben, esa parte que, por mucha experiencia profesional que se tenga, implica más de un quebradero de cabeza.
Respecto al bagaje profesional, el de ella pesaba lo suyo. Y es que en 1998, a través de la Fundación Secretariado Gitano, se implicó en un proyecto de azafatas de congresos para la integración laboral de los jóvenes de dicha etnia. No sólo aprendió todas las reglas de protocolo y participó en numerosos actos, sino que terminó coordinando la formación de las azafatas y gestionando la iniciativa. Después, con una agenda de contactos de gran valor, decidió tomar su propio rumbo.
Efectivamente, Susana es gitana. Pero en esta historia profesional que ahora emprende no es un dato ni más ni menos relevante que cualquier otro. Ella huye de los clichés y no le apetece que conozcan su iniciativa como el logro alcanzado tras derribar miles de barreras. Las que levantan el hecho de ser mujer y gitana. Por supuesto que le ha costado mucho, pero como a cualquier persona. Tampoco se ha visto obligada a pelear contra los prejuicios de su familia, simplemente porque no existen. Así pues, sin pregonar a los cuatros vientos su identidad y ni muchos menos ocultarla, esta joven madrileña dirige con destreza todos sus contactos para que su profesionalidad sea su mejor carta de presentación.
En cualquier lugar del mundo
La empresa Dale Arte está establecida en Madrid, pero sus servicios llegan a cualquier lugar del mundo. En cualquier caso, el primer paso que realiza la secretaría técnica es estudiar la petición, realizar un presupuesto y contratar cada recurso que se precise. Pero no termina aquí el trabajo. Después será necesario poner todo a punto, supervisar el desarrollo y controlar cuestiones como pueden ser la atención de las azafatas, la calidad del servicio de catering y, para aprender de lo hecho, finalmente se lleva a cabo una evaluación del trabajo. En cuanto al apartado de espectáculos, no sólo incluye la organización de éstos sino también la promoción artística. A modo de agencia, la empresa tiende un puente entre artistas y empresarios. Destaca la nómina de nombres del flamenco pero no faltan profesionales de todos los estilos.
